¿El Shiatsu es realmente un masaje?

Recuerdo un curso de formación en el que participaban estudiantes de fuera de Tánger. Uno de ellos, con más experiencia que yo, se mostró sorprendido al oírme hablar de «masajes Shiatsu». Me recordó que el Shiatsu es un cuidado terapéutico complejo y consideraba que el término «masaje» lo desvaloriza. Como es una persona muy amable y comprensiva, tomé nota de su observación y ajusté mi lenguaje. Esto sigue siendo así hoy en día entre los expertos, pero no frente a una audiencia más amplia, como en este blog, por ejemplo.

No vean ninguna hipocresía en esto. Mi objetivo es ser comprendido por la mayor cantidad de personas posible. El término «Shiatsu» es aún relativamente desconocido, y a veces se confunde con «Tai Chi» o con un arte marcial. Utilizar la palabra «masaje» ayuda a indicar que mi práctica implica el contacto y la manipulación del cuerpo. Sin embargo, es crucial explicar cómo se realiza este tipo de masaje y destacar la singularidad del Shiatsu en el amplio mundo de los «masajes».

Un masaje japonés

Resaltar el origen japonés del Shiatsu es importante, ya que aporta un contexto cultural significativo. Este enfoque cultural prefigura aspectos como masajear en el suelo y adoptar posturas algo marciales, como Seiza. No se trata de imitar a los japoneses, sino de situar la práctica en un contexto cultural específico.

Un masaje basado en puntos de acupuntura

Aunque estamos en Japón, ¡bienvenidos a China! El masaje en Japón se desarrolló a partir de conceptos chinos, y específicamente taoístas, sobre la salud. En este contexto, se introducen conceptos como el Qi (energía vital), los meridianos por los que circula, y los tsubos, esos puntos de acupuntura. Estos elementos estructuran el trabajo de los especialistas en Shiatsu y llevan a algunos a preferir términos como «digipresión» o «acupresión». Sin embargo, en la práctica, el trabajo no se realiza como si fuera un teclado. Presionar puntos siempre va acompañado de estiramientos y manipulaciones variadas, manteniéndonos dentro del marco de un masaje.

Un masaje completo

Es crucial aclarar esto antes de una primera sesión. Aunque una persona se queje exclusivamente de tensiones en el cuello, el masaje siempre se realiza «de la cabeza a los pies». Hay variantes, por supuesto, según el caso, pero nunca se limita a la zona tensa o dolorosa.

Recuerdo un caso en el que una persona quería una sesión de reflexología podal. Le informé que no estaba capacitado en esa disciplina, pero que los pies serían manipulados durante el tratamiento. Insistió en cuánto tiempo pasaría manipulando los pies en una sesión de una hora. Le respondí que no me imagino dedicar una hora solo a los pies, y que más de 20 minutos no tendría sentido para mí. Preferió desistir.

Un masaje en el suelo

Aunque el Shiatsu también se puede realizar en silla o mesa, yo prefiero el colchón en 9 de cada 10 casos. Utilizo la silla para personas que no pueden acostarse. A veces me encuentro con tales casos. Trabajar en el suelo es una de las características distintivas de la práctica y siempre lo menciono al describir mi trabajo.

Un masaje vestido

Esta característica distingue al Shiatsu de muchas otras formas de masaje. Suele sorprender a algunos, tranquiliza a quienes prefieren no desnudarse y desanima a otros que no concuerdan con un masaje sin aceite y sin contacto directo con la piel. Es una visión muy diferente a la mía y, a pesar de algunas solicitudes, nunca he considerado ampliar mi oferta a este tipo de masajes.

¿Un masaje terapéutico, energético, holístico?

¿Terapéutico? Sí. Estoy convencido de los beneficios profundos de mi práctica en las personas que recibo. Por eso, el término «terapéutico» me parece adecuado. Lo uso con moderación, ya que no quiero usurpar cualidades que no me corresponden: no soy médico, fisioterapeuta ni psicólogo.

¿Energético? Sí. Creo firmemente en el papel del Qi en la vida en general y en nuestra práctica en particular. El Shiatsu, en este sentido, es efectivamente un masaje «energético». Pero, ¿es este término entendido por el público en general de esa manera? No estoy seguro.

¿Holístico? Personalmente, tengo reservas con este adjetivo tan usado. Muchos lo han tomado y lo aplican de manera poco precisa. Prefiero evitarlo.

Por todas estas razones, y a pesar de las objeciones de mi colega mencionado al principio, sí considero el Shiatsu como un masaje, aunque no sea un masaje cualquiera. Esto no impide seguir educando para dar a conocer el Shiatsu. Tal vez algún día, para explicar qué es un «masaje», podamos decir: «es algo así como el Shiatsu».