Shiatsu y recuperación deportiva: el dúo ganador

Deporte y masajes, una combinación que tiene sentido para la mayoría de los atletas. Los fisioterapeutas han sido durante mucho tiempo parte integral de los equipos que acompañan a los deportistas profesionales. Ellos realizan el seguimiento del atleta, la preparación para el rendimiento, ayudan en la recuperación y, en ocasiones, en la rehabilitación tras lesiones.

Pocos aficionados tienen los medios para contar con este nivel de apoyo tan intenso, pero muchos han incorporado en su rutina masajes regulares con diversos especialistas: fisioterapeutas, osteópatas, practicantes de Shiatsu.

El deporte y los cuidados energéticos están menos asociados, aunque la tendencia está en aumento. Esto se hizo evidente en competiciones deportivas de alto nivel, como los recientes Juegos Olímpicos de París 2024, donde las espaldas de algunos nadadores o boxeadores mostraban marcas de ventosas, lo que generó comentarios sorprendidos. A pesar del creciente uso de la tecnología en la anatomía de los atletas, algunos competidores consideran que otras dimensiones influyen en su efectividad, e incluyen la preparación mental o tratamientos energéticos como el hijama (ventosas), la acupuntura o el Shiatsu.

El Shiatsu, que combina la dimensión física de un masaje con la más energética de la circulación del Qi, es una opción particularmente interesante para quienes desean mejorar su bienestar mientras realizan una actividad deportiva regular o incluso intensa. Por supuesto, el Shiatsu tiene sus límites: las lesiones graves son asunto de la medicina o la cirugía, seguidas de la rehabilitación convencional.

En la práctica, un shiatsushi puede acompañar útilmente a deportistas que expresan la necesidad de aliviarse de:

  • la fatiga muscular,
  • molestias articulares pasajeras,
  • desequilibrios sutiles,
  • estrés permanente e innecesario.

¿Cómo funciona?

Un kata de Shiatsu siempre prevé un tratamiento de pies a cabeza. No se limita a la zona problemática, sino que se la considera parte de un conjunto. A la acción física del masaje se añade la estimulación de meridianos y puntos precisos (los tsubos) para armonizar la circulación del Qi, eliminar las estancaciones y acelerar la eliminación de toxinas acumuladas durante el esfuerzo. El efecto de desconexión es poderoso y, a veces, novedoso para personas que siempre han priorizado un enfoque «yang» de su propio cuerpo. Al final de una sesión, han ganado tanto en flexibilidad articular como en equilibrio y calma interior. Esto es muy beneficioso tras una actuación (partido o competición).

A largo plazo, una serie de sesiones tendrá un efecto aún mayor y deberá formar parte de un programa de preparación. Ante un objetivo, un atleta prudente sabe que su carga de trabajo debe ir acompañada de tiempos de recuperación, donde «baja la guardia» para luego volver más fuerte. Estos son los momentos ideales para el Shiatsu, dejando al menos 3 días entre el último Shiatsu y la competición prevista.

Desde el punto de vista de los shiatsushis, estos perfiles requieren una práctica enérgica y firme, ya que trabajan con cuerpos más o menos cansados pero fuertes, y muy a menudo bajo control. Acostumbrados a la acción, los deportistas necesitan sentirse manipulados y movilizados antes de relajar la mente y acceder gradualmente a sensaciones más sutiles relacionadas con el Qi y su circulación en el organismo.

En resumen, el Shiatsu es una técnica corporal tanto dinámica como fluida, que encuentra su lugar en una rutina de recuperación y/o como acompañamiento a una actividad deportiva intensa.

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