¿Cómo puede el Shiatsu ayudarte a volver al trabajo de manera efectiva?

Con o sin hijos, el periodo de regreso a clases siempre es una carrera. Y como en cualquier competición, solo se gana con un buen ritmo. Perder la salida sale muy caro, pero empezar demasiado rápido agota… Como es un camino de equilibrio, el Shiatsu te acompaña para lograr un buen comienzo de esta nueva etapa y alcanzar tus objetivos personales y profesionales.

Mantenerse en forma hasta 2025

Hace justo un año, Naïma B., de 37 años, irradiaba energía tras un verano reparador. Acababa de regresar de dos semanas en el campo con su mejor amiga, mientras que sus dos hijas estaban con su exmarido. Ejecutiva bancaria, se sentía capaz de alcanzar los objetivos establecidos por su superior para finales de año. El comienzo de clases de las niñas también pintaba bien, en un colegio donde ya tenían sus hábitos. En resumen, un horizonte completamente despejado.

Pero el cielo se nubló dos meses más tarde, cuando la conocí. La intensidad de las semanas laborales, las demandas legítimas de sus hijas y las de su madre, que vivía con ella, erosionaron su confianza: mal sueño, ansiedad, falta de concentración y una sensación constante de estar tensa. Estaba «agotada» y sentía que la situación se le escapaba de las manos.

En unas pocas semanas, los tratamientos de Shiatsu la relajaron y revitalizaron. Naïma se centró nuevamente en sus prioridades y se liberó de un estrés tóxico.

Otro beneficio: Naïma tomó conciencia de algunos principios energéticos básicos. Uno de ellos es que durante el otoño y la entrada en el invierno, la energía circundante disminuye. Nuestro cuerpo es sensible a esto y se siente menos «sostenido». Esto invita a recurrir a los recursos internos, pero de manera medida.

En 2024, tuve el placer de ver a Naïma nuevamente a mediados de septiembre, para prevenir otra caída.

Volver a subirse al caballo

José P., de 55 años, tuvo un verano difícil en su pueblo natal tras el fallecimiento de su madre. Desalojar su casa y resolver los trámites fueron pruebas difíciles, agravadas por las relaciones conflictivas con sus hermanos.

De vuelta en Marruecos, se reencontró con sus alumnos y el entorno familiar de su colegio. Pero el ímpetu no estaba ahí. Su experiencia le permitía disimular, o al menos eso pensaba. En la práctica, se levantaba cansado cada mañana, posponía la preparación de sus clases y se mostraba irritable en el aula. Su mal humor se veía agravado por una digestión pesada, acompañada de eructos frecuentes.

Sin embargo, José es un profesor concienzudo que no quería que sus alumnos sufrieran debido a su duelo o sus estados de ánimo. Merecían un profesor al 100%. En el pasado, había recibido algunas sesiones de Shiatsu con fines de relajación. Volvió a él en esta vuelta, con expectativas mucho más urgentes.

El masaje energético lo «devolvió a su cuerpo» y lo sacó de una nube que le oscurecía la mente. Fue como una señal que no había escuchado antes, permitiéndole vivir plenamente este nuevo año escolar.

Paralelamente, le sugerí a José que considerara una psicoterapia si el estado depresivo relacionado con su duelo persistía.

Tomarse un tiempo para uno mismo

Khalid A., de 43 años, es un comercial organizado, un jefe de familia atento y un amigo servicial. La agenda de su iPhone se llena sin que él se dé cuenta, con innumerables citas. Muchas están relacionadas con su actividad profesional, otras conciernen a su hijo, a su esposa, a sus padres… Cada año escolar es una oportunidad para registrar los nuevos horarios de las actividades de todas las personas que son importantes para él. Él mismo no ha pisado el gimnasio en 5 años.

Khalid se sintió un poco avergonzado la primera vez que se presentó para una sesión de Shiatsu. Había concertado la cita por recomendación de un amigo cercano, preocupado por su sobrepeso y su bajón de ánimo. Esa misma mañana, había dudado en cancelar la sesión debido a un imprevisto de última hora, pero decidió no hacerlo.

Encantado con el tratamiento de Shiatsu, Khalid dijo que había «redescubierto su cuerpo, como si lo hubiera olvidado antes». Con los ojos brillantes, se prometió a sí mismo volver regularmente para lograr un bienestar duradero. Pero por diversas razones, las siguientes citas fueron canceladas. Con Khalid nos enfrentamos a uno de los límites más crueles del Shiatsu: ¡ayudar a personas que nunca vuelven!

Khalid se olvida de sí mismo y piensa erróneamente que tomarse tiempo para uno mismo sería egoísmo. Lamento no haber podido convencerlo de que ayudar a los demás requiere ser fuerte uno mismo y, por lo tanto, también es necesario cuidarse a uno mismo.

Encontrar el equilibrio

Estos tres ejemplos subrayan que el periodo de regreso a clases es, ante todo, un cambio de ritmo, deseado o no, en el que pasamos de la relajación a la presión. Cada persona enfrenta esto con sus vivencias, recursos y limitaciones. Hay un equilibrio por encontrar entre el esfuerzo y el autocuidado, al tiempo que se adapta al cambio energético ambiental propio del otoño.

El Shiatsu, el masaje japonés, es particularmente adecuado para armonizar la circulación del Qi, la energía interna, el aliento de toda vida. En el futón, cuerpo y mente se reúnen para una mejor escucha de uno mismo. Intentar y repetir la experiencia garantiza una forma de solidez mental y física, valiosa para enfrentar los desafíos personales y profesionales con serenidad, control y eficacia.

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