A menudo presentado como un «auto-masaje Shiatsu», el Do-In es una secuencia de gestos y movimientos que estimula la circulación del Qi a través de los principales meridianos. Me gusta compararlo con una «ducha energética» por su efecto relajante y estimulante.
¿Qué es el Do-In?
El término Do-In es la adaptación japonesa del chino «Dao Yin» (導引), que se refiere al estiramiento y la conducción del Qi a través de los meridianos de la medicina tradicional china (MTC). El Dao Yin, una gimnasia suave, mantiene la flexibilidad y el equilibrio del cuerpo. Se considera el ancestro del Qi Gong, que apareció hace menos de un siglo. La secuencia de Do-In, versión japonesa del Dao Yin, capta naturalmente la atención de los aficionados al masaje terapéutico Shiatsu.
¿Cómo funciona?
El principio activo del Do-In se basa en la interacción permanente entre lo físico y lo energético, gracias a la red de meridianos descrita por la MTC y al Qi (energía vital) que la recorre. Al igual que en el Shiatsu, una presión o un estiramiento aplicado a una parte del cuerpo inicia un proceso sutil pero efectivo, una onda que se puede comparar con una nota musical. El Do-In es una «composición» donde las notas se enlazan y toman una dirección, barriendo los principales meridianos, desde las yemas de los dedos hasta las plantas de los pies, incluyendo la cabeza.
¿Cómo se lleva a cabo?
El practicante se sienta en el suelo, ya sea en posición de piernas cruzadas o en Seiza, y estimula los meridianos principales a través de una sucesión de suaves y rítmicas percusiones, fricciones o vibraciones aplicadas a lo largo del cuerpo, siguiendo una alternancia Yin/Yang. El desarrollo completo de una sesión varía entre 30 minutos y 1 hora. La repetición es indispensable para adquirir el orden de los gestos y desarrollar la propia sensibilidad a la circulación del Qi.
¿Por qué practicar Do-In?
El Do-In estimula, relaja y mejora la salud general de quien lo practica. Una vez que la rutina se domina, es fácil practicar Do-In de forma regular y autónoma, un poco como una ducha diaria. Es totalmente complementario al masaje Shiatsu. Este último involucra a un compañero, en este caso un/a practicante formado/a. Por lo tanto, una sesión de Shiatsu produce un efecto más potente. Sin embargo, lo que desencadena a nivel del Qi se beneficia de ser mantenido a través del Do-In.
Do-In vs Shiatsu
La sesión de Shiatsu establece una relación de acompañamiento Yin/Yang entre el Shiatsushi y el Jusha (receptor de Shiatsu). El Shiatsushi imprime un movimiento Yang, mientras que la tarea principal del Jusha es más bien Yin: recibir el masaje terapéutico de la manera más neutral posible. No resiste las manipulaciones ni intenta «hacerlo en lugar de» el shiatsushi. En el Do-In, esta división de roles no existe. Hay que ser suficientemente Yang (rítmico y estimulante) al aplicar los diferentes gestos y suficientemente Yin para las partes del cuerpo que reciben la impulsión. Esto se logra a través de la alineación vertical de la columna, la respiración y la concentración.
Del particular al colectivo
Si bien el Do-In es una actividad autónoma, puede practicarse en grupo, especialmente durante la fase de aprendizaje de los gestos y su secuencia. La dinámica de grupo estimula y anima a los participantes en un entorno solidario y atento. A veces me solicitan para animar talleres colectivos. Suelo elegir comenzar estos talleres guiando una sesión de Do-In, una maravillosa manera de compartir de forma concreta los principios del Shiatsu. La rutina básica, accesible para todos, tranquiliza a los participantes, relaja al grupo y crea las condiciones necesarias para considerar otras actividades más libres, centradas todas en las nociones de alineación, hara y Qi.
Mi práctica del Do-In
Como practicante de Shiatsu, utilizo el Do-In como una rutina de mantenimiento personal, alternándolo con otras actividades deportivas y/o energéticas. Aprecio su carácter minimalista, que requiere poco espacio y un tiempo limitado. Su dimensión «activa» lo hace más accesible y atractivo que la meditación, que requiere mayor compromiso y abnegación. Recomiendo gustosamente la práctica del Do-In como una herramienta simple y práctica para mejorar el bienestar y la salud a través de la circulación del Qi.
No dudes en contactarme si deseas una iniciación individual o colectiva al Do-In. La experiencia también es posible en línea.